Por: José Antonio Luna
La coincidencia-que no existe-los vinculó eternamente,
porque cuando se muere aquí,
alguien nace allá para
que el mal y el dolor no se esparza,
y así irremediablemente, la semilla germine.
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Cuando tu naciste; poeta abusado, poeta de las
muchedumbres, siempre poeta niño, el alma libre de
su antecesor volaba en busca de un alma pura para
hacerla suya.
Así con tanto dolor dentro y una vida impetuosa fue
que Rubén, soñaba con versos en su cuna y captaba
en visiones los bufones de los Luis de Francia.
Universal y cosmopolita fuiste porque eras alma de otra alma.
Baudelaire, que moriste desecho, y despreciado,
encontraste en Rubén tu alma gemela de la dimensión
sin fin: el arte poético.
Rubén porque fuiste puro, porque fuiste incomprendido maldijiste.
“Yo supe del dolor desde mi infancia”
injusto despertar para un niño es no tener el abrazo del padre
antes de irse a dormir.
Pero, la ausencia de la canción de cuna de la
madre es un verdadero terremoto mental.
“La neurastenia es un don que me vino de obra primigenia”.
Las flores del mal no pasan de moda
Las prosas profanas siguen vigentes
La mala intención aun no muere
Los poetas seguirán siendo los pararrayos celestes:
de la injusticia
de la maldad
de la hipocresía
del fanatismo