Verónica Volkow Fernández.
Poeta, Ensayista, Critica de arte, Traductora, nació en la ciudad de México en 1955. Tiene un doctorado en Letras y actualmente es profesor de Historia del Arte en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.
Ha sido premiada por sus libros:
ORO DEL VIENTO, México, editorial Era, 2003. Libro que fue merecedor del premio Poesía Carlos Pellicer, por obra publicada en 2004.
EL RETRATO DE JORGE CUESTA, México, editorial siglo XXI. Este texto recibió el premio José Revueltas de Ensayo literario.
LITORAL DE TINTA Y OTROS POEMAS, Sevilla, editorial Renacimiento, 2006. Fue acreedor al accésit al premio Ausias March, por ser de los mejores poemarios publicados en España en 2007.
Popocatépetl
A Vlady
Aquí entre las rocas empieza la tragedia,
aquí en el hielo que destila sus úlceras,
en el acantilado que se quiebra,
en la pesadumbre ciega de la piedra.
Aquí tanto ser,
tanto ser de nadie para nadie,
tanta suavidad del musgo entre la yerba
y de la nieve en las pendientes dormidas,
tanta suavidad del viento entre la arena,
del viento entre los cardos y las nubes.
Viento que aquí ocurre como un destino anónimo
—desnudo como el paso
fantasmal del agua—
viento solitario que roma los peñascos,
viento en todas partes,
hasta en los poros de las piedras más chicas:
viento que es el rostro
aparecido del tiempo.
La casa
En algún lugar
abres una lluvia en la casa
el agua
como una piel sobre ti se resbala.
Hay unas cuantas cosas esparcidas
En las habitaciones blancas llenas de espacios:
el foco
(una gota de sol
en la noche),
una silla,
una cama,
un ovillo de hilo, una aguja
y apenas audible intermitente
el taladro minúsculo de un grillo.
Es como estar en un cuadro de Miró, la casa.
¿Un ovillo de hilo es como un foco,
o quizá el hilo sirve para relacionar la silla y el techo
o para dar vueltas solo
como el humo?
Nos dormimos;
habrá que atravesar el sueño.
¿Y será como un río,
o como otra secreta vida nuestra que vivimos,
una vida pequeña,
también como el sol y la lluvia en esta casa,
domésticos,
o será como ser devorados acaso
por esa extraña bestia del espejo?
Apagamos la luz,
cierras los ojos.
Mañana el sol recorrerá los muros de la casa,
¿y será un pájaro
o una tijera la que cante?
(Connecting Lines
New Poetry from México)
Sarabanda books, 2006
Edition bilingüe)
Invierno
Qué extraña es la llegada del invierno
con su pálida máscara del mundo,
página silenciosa en que se borra
el color, el dibujo de las cosas!
Ruinas del árbol, del camino, el prado,
desdibujadas casas y montañas,
efímero desierto, arena breve,
húmedas leves lascas pasajeras.
Blanco derrumbe de una noche blanca
de blanca oscuridad. Luz solitaria,
inmensa, roca en su interior idéntico.
Luz que es noche y mar sobre las cosas,
marmóreo mar amordazado, mar
mortal de lento mármol nebuloso.
(Poemas del Verde
Antología de países)
ANA ILCE GÓMEZ (1944-2017)
Nació en el pueblo indígena de Monimbó en Masaya la “ciudad de las flores”, en Nicaragua. Su poesía, que se distingue por una portentosa intensidad lírica y precisión verbal, hizo que su primer libro, Las ceremonias del silencio (Managua: Ediciones El Pez y la Serpiente, 1975; ocupara un lugar cimero en el Parnaso nicaragüense.
Otros poemarios:
Poemas de lo humano cotidiano. 2004
Poesía reunida. Editorial Pretextos. 2018
Premios:
1989. Orden de la independencia cultural “Rubén Darío”
2002. Placa de reconocimiento a su labor como escritora, del Centro Nicaragüense de Escritores.
2003. Distinción de honor al mérito por la creación literaria, Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN.
2004. Premio Único del Concurso Nacional de Poesía Escrita por mujeres “Mariana Sansón”.
El escritor y poeta Julián G. Menocal Gómez, en un ensayo titulado: Las diferentes facetas del amor de Ana Ilce y de su innata tristeza y soledad, 1978, declaró que “dentro de las voces femeninas nicaragüense, Ana Ilce es sin lugar a duda, una de las mejores… que ha tenido Nicaragua, no solo por su contenido humano, profundidad y drama, sino también por su forma y su estilística poética”.
MÁSCARA DEL INSOMNIO
Todo lo que leí
Todo lo que viví
Todo lo que perdí y no pude recobrar
Todo lo que soñé sobre mi almohada
Todo lo que olvidé y recordé en un instante
como atravesada por un milagro
Todo lo que nombré o dije o callé
Toda el agua que tuve mientras vos
te morías de sed
Y el sol que cubrió mis días
Y la luna que cercó mis noches
Todas las palabras y las líneas
que me guardaron de la soledad
Todo el frío
Todos mis amigos. Los que me dan la mano
y los que me saludan desde un perdido
ventanal
Toda mi vida anticipada
Mis angustias sobre la rueda infinita
de la existencia
Mi amor y mi dolor
Toda la brevedad convertida en eternidad
a través de esta larga y recurrente noche
de insomnio.
Guárdame
Guárdame de los sueños
que no fueron soñados y más aún
de aquellos
que fueron tan solo presentidos.
Guárdame del puñal de una mirada
de su insistente sabor a cobre
y de la falsedad de aquel camino
que transité.
Guárdame de los días gastados
por el desamor y la inocencia.
Llévame lejos de lo que ya olvidé
y declaré muerto siete veces.
Acércame a los labios otro cáliz
menos solemne y más humano.
Libérame, por Dios, de la costumbre
de volver al mismo sitio donde amé
y sucumbí
igual que el horrorizado asesino
que sin saber por qué
regresa una y otra vez
al lugar irremediable
del crimen
EL AMOR VIENE CONMIGO
Desde lejanos tiempos el amor viene conmigo.
Como un gato silencioso
me viene persiguiendo a través
de tardes hueras y cenagosos días.
Alguna que otra noche
he escuchado su ronroneo suave
y mi tacto ha sentido la uña fiera
haciendo averiguaciones;
preguntando a mi piel
qué sed padece mi sangre,
el dónde de mis sueños,
el por qué de mis huesos.
Desde lejanos tiempos el amor viene conmigo.
Está conmigo
palpando la ternura de cada costilla,
los tibios cuencos de mi ser
donde se esconde cada beso,
donde nacen los hijos,
donde se abren los gajos de dolor
(humano y tímido.
Desde lejanos tiempos el amor viene conmigo.
Irá conmigo.
Arrasará mi sangre
y un buen día
escribirá en las arcadas de mi vientre
mi canto de gloria,
mi honra fúnebre.
ODIO Y LARS: POETISAS PERDIDAS EN EL TIEMP0
