Pablo Antonio Cuadra, PAC, impulsor de la cultura y la nicaraguanidad.

Por José Antonio Luna

Pablo Antonio Cuadra, PAC, (noviembre,1912-enero, 2002), poeta, narrador, periodista; fue mentor de poetas y escritores, promotor cultural y un divulgador de la nicaraguanidad, su verdadero apostolado; trabajo extraordinario que dejó una profunda huella en la literatura nicaragüense. PAC, develó al nicaragüense: la riqueza ancestral olvidada, marginada, rechazada a veces, convirtiéndose en un experto indigenista a la vez que propalaba una especie de nacionalismo literario. PAC, reagrupó, dio vida y voz a los artistas. Sin su entusiasmo los poetas, cuentistas, ensayistas y artistas plásticos, de la Nicaragua del siglo XX, especialmente los de la Vanguardia y Post-Vanguardia, hubieran tenido que emigrar para ser conocidos o quizás todavía estarían en el anonimato. PAC con “La Prensa Literaria” abrió las puertas del arte a los jóvenes escritores que, a partir de la mitad de siglo pasado-1950-, deambulaban por los periódicos, las radios, los bares-Cafería La India-y cantinas; en busca de espacios: intentando ser leídos, oídos, conocidos, publicados.
Pablo Antonio, acogió a las nuevas generaciones de artistas plásticos divulgando sus pinturas, -Caracas-Pérez de la Rocha- Vanegas, etc.- a la vez que enviaba a promesas literarias al exterior para que ampliaran sus conocimientos, -los enviaba especialmente a España-rompiendo el aislamiento literario de la época. La Prensa Literaria, “La Universidad de bolsillo” fue la vía, el medio, el canal para divulgar y fomentar la cultura en la Nicaragua semi rural, bucólica y analfabeta.
Yo conocí a PAC por su “El nicaragüense”, libro crucial para definir, conocer, comprender y entender al nica de la ciudad y el campo, al pobre y al rico. Al campesino y al obrero, al comerciante y al intelectual, a las montañas, los ríos, los lagos y lagunas, en fin, al nicaragüense y su tierra fértil e inhóspita. Las enseñanzas de PAC me sirvieron, y sirven todavía, para entenderme y sentirme nicaragüense. Para entender qué es una identidad nacional. Para comprender y valorar una cultura que debemos amar, defender, y también jamás olvidar que la tragedia de la guerra estuvo, y está a la vuelta de la esquina en mi Nicaragua natal:
“de dos en dos de diez en diez por los caminos van los campesinos con su fusil” …Ahora diría PAC, que los jóvenes y obreros van desarmados por las carreteras, por las ciudades a morir.
PAC, no solo fomentó lo nicaragüense, sino que alertaba a no olvidar a Rubén Darío, con su modernismo. PAC, jamás le negó su importancia a Rubén, que existía, que era un nicaragüense de gran valor al que había que reivindicar que había admirar y renovar cada día.
“Si pequeña es la Patria, uno grande la sueña.
Mis ilusiones, y mis deseos, y mis
esperanzas, me dicen que no hay patria pequeña.
Y León es hoy a mí como Roma o París”.
Y para que no quedara duda de su fervor por Darío nicaragüense, PAC, escribió un hermoso texto titulado “Un nicaragüense llamado Rubén Darío” donde dice: Después del periodo anti-paterno del vanguardismo, -en que Rubén Darío nuestro “amado enemigo-” fue el blanco de nuestros ataques: “lo atacamos, parodiando a Heine, de ser un zenzontle nicaragüense que hacia su nido en la barba de Víctor Hugo”, o de fugársenos con el disfraz de su dualidad-escribí un estudio de recuperación y descubrimiento, no solamente de Rubén, como nicaragüense, sino de nuestra dramática historia patria que se me hizo, gracias a él inteligible y pronunciable. “Vi desfilar la historia nicaragüense en un rosario continuo de inquietudes universales-. El estudio en cuestión se llama: Introducción al pensamiento vivo de Rubén Darío. Dicho, en otros términos, dice PAC: descubrí que Rubén Darío decía a Nicaragua: Que era su palabra. La palabra del nicaragüense.
En marzo de 1995, en mi primera visita a Nicaragua después de mucho tiempo de vivir afuera, fui a dar una vuelta por el diario La Prensa, y tuve la fortuna de encontrarme con el poeta, que como respuesta a una pregunta audaz: ¿” cómo está la cosa, poeta”? me regaló un “Escrito a Máquina”, que nunca he olvidado y que resume todavía la crisis cultural de Nicaragua en esos días y actualmente. El texto titulado “Una corbata anudada al cuello” es una radiografía del abandono cultural de Nicaragua. El poderoso texto de PAC dice textualmente-en unos de sus párrafos- entre otras verdades: En la última antología hispanoamericana “Nicaragua está representada con menos poetas que Honduras y, peor aún a todos los países de América se le conceden cinco y a Nicaragua solo dos: Pablo Antonio Cuadra y Carlos Martínez Rivas. ¿Es que ya no valen los grandes de ayer, digamos Alfonso Cortez-a quien tradujo Thomas Merton y lo llamó “el más grande poeta metafísico de América. – o Salomón, o Azarías, o Coronel o el altísimo Joaquín Pasos? ¿Ya no valen tampoco los jóvenes desde Horacio Peña y el impar Julio Cabrales, o Anastasio Lovo, o Edwin Silva, o C. Perezalonso? ¿Qué se hizo el rey don Juan? ¿Los infantes de Aragón que se hicieron? ¿Por qué se ha dado esta depreciación? La respuesta está a mano: a mano izquierda…
Nicaragua en esos días enfrentaba la dura transición del ferreo sandinismo de diez años a una incipiente democracia que al final, solamente duró 16 años, de 1990 a 2006. PAC había regresado de su exilio y se encontraba con una Nicaragua con su cultura en bancarrota. Así de claro era Pablo Antonio, el poeta que nunca se anudó la corbata al cuello.
LA MUERTE DE PAC
CONMUEVE A NICARAGUA
Al margen de los avatares políticos y sociales de su patria, Pablo Antonio Cuadra, nunca se cansó de vanguardizar la cultura de los nicaragüenses. Siempre estuvo impulsando, descubriendo, destacando a los poetas, escritores y artistas plásticos, periodistas, promotores, en fin, creando generaciones de artistas. De allí que al saberse de su muerte el 2 de enero de 2002, la intelectualidad y el pueblo se volcara en rendirle homenajes y calificándolo justamente como el poeta y escritor más conocido, destacada y universal después de Rubén Darío.
PABLO ANTONIO EL POETA NACIONAL COMO PUSHKIN
Jorge Eduardo Arellano, JAE, el polígrafo nicaragüense, fue uno de los intelectuales conmocionado con la muerte de PAC. En la Revista de la Academia de la Lengua de Nicaragua, “Lengua”, de enero de 2002, donde se le rindió homenaje al director de La Prensa Literaria, escribió JEA un texto titulado: El Patriante y su herencia, donde resalta la extraordinaria figura de PAC.

“Si Cristo es una ausencia arrancad vuestros ojos
Y un derrumbe de llanto os arroje a la sombra”

En un párrafo toral dice Jorge Eduardo:” Así, en su Canto Temporal, nuestro querido y llorado Pablo Antonio proclamaba su fe de Crucifixión que signó su vida y tradujo en una obra que le ha de sobrevivir; una obra que, desde hace mucho tiempo, había dejado de ser sólo suya para constituirse en patrimonio de Nicaragua.
Porque, como lo entrevería lúcidamente Alfonso Cortés, en el soneto que le dedicó a PAC, éste desempeñó un oficio casi sagrado: el de Patriante. Tal es el sustantivo que mejor define la personalidad de nuestro amigo y maestro, del hacedor de cultura y constructor de soberanía que fue, del poeta que se apoderó de los ojos de su pueblo para “ver” y crear con ellos visiones y realidades, sueños y esperanzas, para ser el más de fiel interprete de ese mismo pueblo y su más alta lengua contemporánea”.
En el ensayo: El corpus poético completo de Pablo Antonio Cuadra, JEA, cierra su visión de la trascendencia de PAC y su obra con este lapidario párrafo:
“De allí se deriva no solo la convicción de que su obra, en su conjunto, sobrevive y sobrevivirá por desintegrar todo rastro ideológico, sino algo mucho más importante: que el apropiarse de las esencias nicaragüenses lo proyecta como el poeta nacional por antonomasia de Nicaragua; algo similar en su caso, guardando la distancia de tiempo y espacio, a lo que representa Alexander Serguei Pushkin …vinculado a la tradición feudal-para la literatura y el pueblo rusos”.

A raíz de la muerte de PAC en 2002, Pedro Rafael Gutiérrez, destacó una característica que intrigaba del poeta: su sobriedad. Dice Pedro Rafael: “Con Pablo Antonio las letras nicaragüenses se llenan de dignidad, y fue acaso el primer poeta que desconoció la bohemia; poeta profesional, más adicto a sus conocimientos del alma humana que a la dudosa inspiración de las musas”.
PABLO ANTONIO CUADRA EN
LAS MAZMORRAS DE LA AVIACIÓN.
Relata Pedro Rafael, el episodio de la carceleada que sufrió PAC a raíz de la muerte de Anastasio Somoza García en 1956, en la ciudad de León, por disparos del revólver del poeta Rigoberto López Pérez.
“Yo tuve una enseñanza especial donde aprendí de viva voz de Pablo Antonio, cuando el ocio es obligado: cuando es compañero del temor. Fuimos vecinos de camarote en las cárceles de la aviación, a donde fuimos a parar a raíz de la muerte del viejo Somoza, por la única razón de haber sido ambas víctimas de la pasión por la arbitrariedad. En esas cárceles pestilentes convivimos varios meses, entre otros: Arnoldo Solorzano Thompson, Francisco Rodríguez Téllez, Manuel Pinell, Edgar Solorzano, un joven leonés de apellido Neira y Horacio Ruiz, los dos sometidos, como en la Inquisición, a criminales torturas, incapaces de doblegar el valor de quienes no habrían vacilado en convertirse en mártires de interrogatorios de pesadilla, cita con la muerte.
Agregó: Su legado es inagotable, lo que atenúa el impacto de su muerte. Por PAC hablará la cosecha de poetas, mujeres y hombres incubados bajos sus alas. La más impresionante cosecha-la nicaragüense-del mundo de habla española. Hay que decirlo.
¡Gracias PAC…!
PAC AMIGO DE LOS HUMILDES
Y DESPOSEIDOS
El Académico y poeta Francisco Arellano Oviedo (14 de noviembre de 1941 – Managua, 24 de abril 2021) compañero de PAC en la Academia nicaragüense de la Lengua, ANL, dijo que Pablo Antonio Cuadra, era como una torre poliédrica o como el volcán Mombacho de su Granada. Según el ángulo que lo observemos, encontraremos en él una altura, una forma, un volumen, con rasgos precisos y diferentes; en ambos casos, medidas que nos sugieren grandeza y perfección, diversidad y pluralidad; porque D. Pablo Antonio es uno y muchos; poeta, dramaturgo, narrador en verso y prosa, pintor, critico literario y de artes plásticas, educador, filosofo, místico y asceta, periodista, editor y autor; es decir, un constante protagonista y cronista del ser y quehacer humanos, un permanente maestro o moldeador del hombre, un auténtico humanista”.
En otro párrafo dice Arellano Oviedo: Pablo Antonio era universal, para él contaba la persona y no el color ni el credo político o religioso ni el nivel intelectual ni la capacidad económica, aunque existen señales que tenía preferencia por los humildes y desposeídos.
Sus personajes de Cantos de Cifar, de Esos rostros que asoman en la multitud, y en general, de todo su teatro y cuentística son una prueba de todo lo bien que se sentía el Poeta con las personas que no eran letrados ni cheles ni propietarios de empresas o banqueros; pero si se identificó con aquellos, de éstos no rechazó a nadie, aunque evitaba dirigirse a los poderosos o amistad con los fatuos.

(canto lo que no he sido
porque en mi canto lo fui
el ganadero de todo lo perdido
y el campesino que llevo dentro de mi).

Pablo Antonio Cuadra Cardenal, otro filón inagotable de la literatura nicaragüense junto a Darío y de la mano de Cervantes.
JALuna
Tampa, Florida
Junio 2025.