EXILIO Y POESIA EXTRAORDINARIA

EXILIO Y POESIA EXTRAORDINARIA

IDA VITALE,

*Ida Vitale, poeta, catedrática, traductora, nació en Montevideo, Uruguay en 1924. Estudió Humanidades. Profesora de literatura hasta 1973 cuando dejó su patria y se exilió. Residió en México de 1974 a 1984. Desde 1989 vivió en Austin, Texas. Este año 2018 regresó a vivir a su patria. Es una de las voces principales de la llamada generación del 45. Una de las grandes de la poética hispanoamericano.

Exilios

                   …tras tanto acá y allá yendo y viniendo.
                                                    Francisco de Aldana
Están aquí y allá: de paso,
en ningún lado.
Cada horizonte: donde un ascua atrae.
Podrían ir hacia cualquier fisura.
No hay brújula ni voces.
Cruzan desiertos que el bravo sol
o que la helada queman
y campos infinitos sin el límite
que los Vuelve reales,
que los haría de solidez y pasto.
La mirada se acuesta como un perro,
sin siquiera el recurso de mover una cola.
La mirada se acuesta o retrocede,
se pulveriza por el aire
si nadie la devuelve.
No regresa a la sangre ni alcanza
a quien debiera.
Se disuelve, tan solo.

Patrimonio

Sólo tendremos lo que hayamos dado.
¿Y qué con lo ofrecido y no aceptado,
qué con aquello que el desdén reduce
a vana voz, sin más,
ardiente ántrax que crece,
desatendido, adentro?
La villanía del tiempo,
el hábito sinuoso
del tolerar paciente,
difiere frágiles derechos,
ofrece minas, socavones, grutas:
oscuridad apenas para apartar
vagos errores-
El clamor, letra a letra,
del discurso agorero
no disipa ninguna duda;
hace mucho que sabes:
ninguna duda te protege.

Invierno

Como las gotas en el vidrio,
como las gotas de la lluvia
en una tarde somnolienta,
exactamente iguales,
superficiales,
ávidas todas,
breves,
se hieren y se funden,
tan, tan breves
que no podrían dar cabida al miedo,
que el espanto no debiera hacer huella
en nosotros.
Después, ya muertos, rodaremos,
redondos y olvidados.

ABUELO

No le conocí.
Pero su viento oscuro
aún recorría los cuartos
como para aventar una brasa de amor
que alguien guardara.
Enardeció la casa con sus catorce hijos,
eligió para algunos
agrios nombres fantásticos:
Pericles, Rosalino, Publio Decio,
Débora, Clelia, Ida, Marc’Antonio,
Tito Manlio, Fabrizio, Miguel Ángel.
Cuando un hijo moría a poco de nacido,
el siguiente ocupaba su nombre
y así borraba el luto.
No le conocí.
Pero quizás, ya viejo,
hubiese sido blando conmigo.
No me hubiese servido.

A OCTAVIO PAZ

Respeto es mirar atrás,
seguir
en la atraviesa del filón
por más oro,
por más sazón en lo secreto,
del hilo del ovillo
devanar lo no vano,
lo que ha venido siendo
forma labrada,
desde trazo,
partícula inflamada
o nieve no entendida.
Dichoso como pájaro sobre el césped cortado,
como nube que va hacia su tormenta,
como verdad que se encontró a si misma,
palabra
es patria que vela por sus hijos
desde el génesis,
cada nombre del pájaro,
los nombres de la rosa.
Cruza de norte a sur, profética,
las fronteras de un cuerpo.
Vuelve las certidumbres
que ese cuerpo trasmina
y las incertidumbres,
en ese pan verbal que a todos
nos ofrece.
Buceo en lo que fluye
y en lo que aguarda quieto,
palabra Paz reluce.
1994.
*Poemas tomados de SOBREVIDA, Antología Poética, Esdrújula Ediciones, 2016.
Selección y prólogo de Minerva Margarita Villarreal.