EL ARQUITECTO DE PALABRAS

Por: José Antonio Luna
Editor – escritoreslibres.org

El poeta Danilo López Román (1954, Managua, Nicaragua-) es arquitecto de profesión. Pero, su pasión, el fuego que mueve su espíritu, es la poesía. “¡La poesía no es una carrera, debés ser ingeniero!”.
Siempre, Danilo, desde sus años de estudiante universitario perseguía ese ruiseñor, al pájaro azul que hacía y hace vibrar su sonora voz. En fin, es un poeta que extiende sus alas para volar plenamente hacia la misteriosa dimensión del art poético, sin fronteras. Danilo es el arquitecto de palabras que está en su madurez literaria, en su momento crucial.
Es de los poetas bilingües que residen en el sur de la Florida. Escribe poesía en español e inglés siendo un ejemplo de transculturación en una transición que poco a poco se institucionaliza en el ámbito cultural, nicaragüense-estadounidense.
Prolífero, es de los jóvenes escritores que en la década de los 80s se exiliaron para poder producir en libertad. Es una voz del exilio, parte de la gran diáspora nicaragüense que han tenido que seguir los pasos de don Rubén Darío.
Y como escribió el poeta Horacio Peña, -otra voz del exilio- Danilo es: “de los poetas que, viviendo en dos o mas espacios, y en dos o más tiempos, Estados Unidos, México, Canadá o cualquier otro país adonde fue lanzado por la violencia de la política, por una revolución que pudo llevar a cabo la utopía que todos soñábamos, de cara al pasado, sin olvidar el presente y sin descuidar el futuro,… esta voz exiliada, se alimenta día a día con los recuerdos…”(Prólogo de Voces del exilio, Antología de Escritores nicaragüenses, JALuna, Blurb, 2016)

Como en la buena poesía, en el edificio de Siza, nada sobra, y todo tiene su razón de ser. Cada elemento está en función del mensaje que el autor nos quiere transmitir.
Álvaro Siza

Leamos esta muestra de la poesía de Danilo López Román.

TERRA INCOGNITA

Nací en otra ciudad que no es Miami
Donde había un barrio con calles de tierra y perros que
Vagaban en pandilla;
Vacas grises y carretones tirados por mugrientos chavalos

Había mendigos ciegos y cojos
Y merodeadores de sirvientas en los patios traseros;
Un cauce lleno de agua e inmundicias
Y casitas de tabla al borde del descalabro

Había un vendedor de periódicos
Con chelines en la bolsa de cuero
Y muchachas descalzas con
Panas de tortillas en la cabeza;
Un afilador de cuchillos
Y un panadero gordo, que circulaban en bicicleta

Había un vecino con una hija retardada y otra casada;
Credos que se revolcaban en el lodazal
Y un poeta que soñaba con Víctor Hugo

Había pulperías abarrotadas de chilindrujos y confites y
Carretas con pichingas de leche
Y un par de bueyes babeados;
Escuelas de pordioseros
Y una iglesia Católica empobrecida

Había la Nunciatura Apostólica
Rodeada de cercos de mampostería y Mercedes Benz
Y la escuela Pío XII, donde besé por primera vez

A menudo me pregunto
Qué animales hubiere cazado con mi Honda si hubiese
Nacido en Madagascar
O qué juegos hubiera jugado si un tal Stevenson hubiese
Suplantado a José Aguado Matus
O qué buses hubiera abordado si el Metro de París
Hubiese corrido por la esquina

O qué lunas hubiera admirado con Amelia Patricia
Aguilera Rojas
Si una Edvika Krüeger hubiese sido mi pareja

Ignoro que innumerables destinos habría vivido en otros
Cuerpos cansados
En otros lugares hostiles o qué flechas habrían surcado mi
Pecho lóbrego
O qué Árabes hubieran cortado mi mano derecha
Sé que esta Mirada ida me habrá acompañado en la dura
Batalla
Y que los solitarios caminos de El Cairo
Antes me condujeron a Gnosos y Karnak
Y que mis dedos trazaron en Altamira las tenues figures
Del búfalo
Y que en un lugar de Alfa Centauro, Tahor me
Mostró el Cristal Sagrado
Donde el Espíritu le habría revelado el secreto de la Mente
Cósmica.

Julia

Para abuelita Julia González

Fantasmas guerrilleros Sandinistas la asaltaron
Ella se mantuvo firme, alta
como un edificio, protegida
pero sucumbió al hecho de su amor, yan nini
lika Telémaco, y sus labios carnosos, me sentía completa en su pecho

Desnudo y sosegado, como un recién nacido
Antes de la conflagración,
de los niños, los cinco clamaban
amor, engarzados como uvas

Mejor una concubina que un clan sin padre.
Plátanos descartados por los británicos que servían para
rondon y huavul,
ella vendía baratijas en las minas
Los niños te hacen engordar, grande igual que los guisantes son pequeños
Los niños crecen, se van robados por
Guerras civiles, pertenecen al mundo, eso es todo

Ella bailaba el Palo de Mayo en
Dead Man’s Creek, rodeada por blancos remolinos
Pies Mulata-de-Tal

La edad no corre ni se detiene
Sucede cuando ella quiere
Encoge tu cuerpo, arruga tus ojos

Baila, provoca un síncope, colapsa
La muerte me robó a mi hijo
Dice, para nunca volver a hablar

Abuelita sueña, el índice en la sien,
Con primavera temprana sobre regazos húmedos
Montañas mojadas brillan verdosas
Un doble arco iris adorna el cielo
Una lluvia constante borra el río.

Principios del hombre

Parto del principio de que todos los hombres son aburridos. Seguramente nadie va a demostrase ser tan aburrido como para contradecirme en esto. S.K.

El hombre increpa sus hazañas.
Descree de gestas, caudillos y
pelmazos.
El hombre nunca dijo “a la orden mi general” ni
“dirección nacional ordene”.
Detesta cuadros de políticos colgando de
Las paredes, estén vivos o muertos y danzas
Azuliblancas o transformados neorrevolucionarios
Vivos.
Le han criticado por dudar del materialismo
Histórico, del liberalismo keynesiano y del
Conservadurismo simplón y vendepatria.

En un momento creyó en -y estudió a- los
Tupamaros. Craso error de juventud
Ignorante, ardiente, que preocupada por
Los pobres y la injusticia, se zambulló en
Los cantos de sirena del socialismo real.

El hombre falló como generación. Que otros
rediman sus errores. El hombre ya tuvo su
Woodstock.
El hombre está cansado.

 

Esperanza del hombre

La vida tiene sus propias fuerzas ocultas las cuales solo puedes descubrir viviendo. S.K.

El hombre es feliz a veces. Es
Infeliz otras. En esas otras veces se
Consuela sabiendo que -en otras
Realidades-, todos sus sueños, deseos y
Alternativas han sucedido, suceden y
Sucederán un número infinito de veces.

En otras realidades no hay dictadores,
Opresores, sátrapas, pobres, ricos,
Reyes, asesinos, oprimidos, temerosos,
Abusivos, socialistas, capitalistas,
Religiosos, mentirosos…
El hombre se consuela sabiendo que
Ese número infinito de veces, ese
Aleph, es más numeroso que la
Realidad consciente y abyecta de estar
Aquí, de este ahora que le toca vivir.
Y que tampoco existe.

El afrentado

Por fin una explosión en tu rostro, padre,
Pudo estremecer los violines bajos, gigantescos,
Apartándonos

Una y otra vez sonó la canción de cuna
En labios de mamá:
“…papito, ¿a dónde estás?
– Se fue para tierras lejanas…”

Mientras en privado,
Disfrazado de vaquero yo podía
Deshacer mi espera buscándote en el patio,
Subía al árbol de mango o recogía
Ramas de hojas de papaya para hacer
Pompas de jabón que flotaban en tu dirección

Padre sideral y profundo,
Crecí con prisa a tus espaldas,
Cubierto de noches y pesadillas,
Faraón silente y distante, aprendí a rechazar las vergüenzas
De historias que me aplastaron
De lujurias tumultuosas que me patearon y golpearon

Es la hora de los desencantos,
La hora del hijo pródigo nacido en el pasado,
De generaciones sucesivas que alcanzan el crepúsculo
Es la hora de revelar
Mi danza alrededor de la Caja de Pandora

Lo tuve todo, lo perdí todo:
El tren eléctrico que armaste para mí.
El libro de matemáticas que me diste en la secundaria.
El viaje en barco a las tierras de Disney.
El robot de baterías que movía sus manos arriba y abajo.
Las cartas orientadoras en mi camino hacia Utica, New York.
Mi primera calculadora electrónica y la regla T.
Tus frases de amor contradictorias: “¡te vas de esta casa!”
“Quiero ser el pararrayos de tus sufrimientos”
“Podés estudiar lo que querrás”
“¡La poesía no es una carrera, debés ser ingeniero!”

Hoy, con tu cabello blanco; apoyándote en mí para llorar
Acciones y fechorías pasadas, puedo decirte que
Tal vez lo he perdido todo
Pero gracias a vos conservé el nauseabundo valor de escribir
Y perdurar.

Libros más recientes:
Como autor:
The Hells of Valhalla, cuentos en inglés, Sophie Publishing House,
Homestead, Florida, 2020, ISBN 9798697831502.
Textos, narrativa inglés/español, Stylus Publications, Miami, Florida, 2021, ISBN 9798623376114.
Poemas del Hombre, poesía, Stylus Publications, Miami, Florida, 2020, ISBN 9798703443422, Miami, Florida.
Como co-autor:
Once Vuelos de Libertad, Dedicado a la Mujeres de Afganistán, poesía, Mi Libro Hispano, ISBN 9781951484873, Miami, Florida 2021, disponible en Amazon.
Como editor:
Los Campos Azules: lo que mi memoria recuerda. Memorias de mi padre Adolfo López González de su infancia en Bluefields, Nicaragua. Miami FL 2019 ISBN 9781714374144, disponible en Amazon.
Otras obras
Ha publicado cinco colecciones de poesía en castellano (Antología de Tarde; Génesis Y Otras Fantasías; Extraña Ciudad; 2 Textos, Poemas del Hombre) y cuatro en inglés (Return to Guatemala; Dead Souls; God, Woman & Country; Dona Nobis Pacem). Sus poemas y ensayos han aparecido en revistas impresas y electrónicas en los EUA y Latinoamérica (entre otras Hayden’s Ferry Review, Carrier Pigeon, Nagari, Loch Raven Review, La Prensa Literaria, El Pez y la Serpiente, Linden Lane magazine, La Casa Azul, Baquiana, etc.) y recogidos en antologías de Venezuela, Nicaragua, Palestina, EUA, Colombia y Argentina. Ha sido invitado a recitales y festivales internacionales de poesía en Miami, Dallas, Austin, Granada (Nicaragua), Miami, Managua, y Barranquilla (Colombia).