Por José Antonio Luna

¿LA PANDEMIA LE DARÁ EL TIRO DE GRACIA AL LIBRO IMPRESO?

La gran discusión acerca de la posible desaparición de los libros en papel explotó hace unos dos años después de unas escandalosas declaraciones de Mike Shatzkin, uno de los expertos sobre la transición de la industria del libro-en la era digital- en el contexto de los países desarrollados donde el internet es parte de la vida cotidiana.
Las declaraciones de Shaztkin fueron tajantes: “dentro de veinte años no habrá feria de libros” afirmación vertida cuando visitaba la feria del libro de Madrid en el verano de 2018. Para finalizar declarando-después de una extensa entrevista- “espero vivir 100 años y quiero ver si se cumple lo que acabo de decir o no, pero mi impresión es que en 20 años todo esto no va a existir”.
Aunque paulatinamente, el libro en papel está editándose menos en comparación con la década pasada, la industria editorial sigue apostando por vender libros en papel lo mismo que en E-book. Pese los esfuerzos editoriales en solo diez años la publicación de libros se ha reducido, aunque las grandes editoriales siguen imprimiendo a granel en un esfuerzo extraordinario para vitalizar la industria en decadencia. Hay libros en grandes cantidades todavía, lo que hay menos es compradores. Los jóvenes especialmente optan por el libro digital.
Hasta antes de la pandemia, en el mundo editorial de occidente las librerías pequeñas cerraban y a nadie le importaba, porque las grandes cadenas de Estados Unidos y de Europa incentivaban sus publicaciones en internet a la vez que seguían vendiendo libros en físico. Pero con la pandemia todo cambió. Aunque varias editoriales siguen imprimiendo libros clásicos y de autores acaudalados que pagan por publicar sus libros, como ocurrió con el libro del expresidente Barack Obama que en un solo día vendió más de 800 mil ejemplares, el futuro del libro de papel es nebuloso.
Para algunos expertos libreros como Shatzkin, repito, el libro de papel está en vía de extinción especialmente en los países desarrollados donde el E- book es ya una institución. Inexorablemente en un futuro cercano el libro de papel se escaseará a la par de la desaparición de las generaciones que crecieron leyendo en papel.
¿Cuánto tiempo hay que esperar para ver la desaparición de los libros?
Nadie tiene la última palabra.
EL LIBRO EN LOS PAISES CON MENOS DESARROLLO DEL INTERNET
El libro de papel no ha sido muy afectado en las sociedades con menos desarrollo del internet.
Aunque en los países de habla hispana el libro va desapareciendo a paso lento, sus escases se hacen sentir con el cierre de librerías famosas y emblemáticas.
La muestra mas evidente de que el libro de papel perdió el auge que le dio en el siglo pasado el desarrollo industrial; es la falta de ediciones impresas del famoso diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, RAE que ahora solamente existe en la WEB, o sea mediante el internet.
¿Van a desaparecer los libros y las ferias de libros?
Para el experto Joaquín Rodríguez: “La era digital no hará desaparecer los libros de papel”.
Haciendo un poco de historia: hace una década el avance del libro digital era visionado como una amenaza a la cultura y era señalado como la posible causa principal de la extinción del libro en papel. Pese a todo creo que la llamada tercera revolución: la del internet y la era digital, es sin duda la ultima oportunidad que tiene la Humanidad para pluralizar la cultura que hasta hace veinte años estaba restringida a las librerías, a las universidades y periódicos para mencionar algunos medios de comunicación existentes.
Esta información valiosa de carácter masivo era limitada para el crecimiento del conocimiento a nivel global. Y millones de personas que no tenían acceso a libros fuera de su ámbito, la adquisición de cultura era mediante de referencias de escritores que dominaban otro idioma en algunos casos mediante de los llamados los libros piratas. Gran parte de las poblaciones vivían de referencias y a veces de referencias de otras referencias porque sus ingresos no eran suficientes para comprar libros, muchas veces caros. Solo los privilegiados accedían a los libros de primera mano.
El internet revolucionó esta realidad y ahora se puede leer libros de bibliotecas lejanas desde la comunidad de una silla o en una mesa de un cafetín.
¿No es esto maravilloso?
¿Por qué tanta desconfianza en la era digital?
¿Por qué ese intenso miedo a ese destino anunciado del fin del libro en papel?
En este marco de la tercera revolución- primero fue la escritura, segunda la imprenta-de las comunicaciones o era digital la eliminación de medios impresos en papel ha crecido por la desaparición de importantes librerías y medios impresos que han perdido popularidad con la masificación del internet.
Todo el conflicto con el internet, especialmente en Latinoamérica, es porque su difusión y acceso no es igual en todas las regiones; al contrario, es desigual en relación con los países llamados desarrollados, específicamente Estados Unidos donde el internet ya es parte de la vida cotidiana.
En Latinoamérica, hay una brecha invisible de país a país que hace que algunos ciudadanos tengan más acceso al internet, mientras otros todavía dependen de la radio y la televisión para informarse y divertirse.
Para mí es la repetición de la historia de avances y tropiezos de un medio de comunicación, como ocurrió con el gran invento del siglo pasado: la televisión. Con la televisión que no termina de llegar a las zonas menos urbanizadas del mundo, hubo desconfianza de los dueños de los medios impresos. Estos empresarios temían desaparecer porque la gente dejaría de leer para ver la pantalla…con el tiempo ha sido la competencia la que ha decidido entre la televisión y los medios impresos. La convivencia ha sido desigual en los países pobres por circunstancias específicas.
EL FANTASMA DEL COVID19, CIERRA LIBRERIAS
Al margen de la discusión y crecimiento del libro en internet, una realidad inobjetable ha venido a crear más miedo e incertidumbre en el mundo editorial de las publicaciones en papel: la pandemia del covid19, declarada en marzo del 2020, y que en solo un semestre ha obligado a cerrar ferias de libros, librerías famosas, conferencias de escritores, etc.
“La pandemia del coronavirus amenaza ser el tiro de gracia para la precaria y frágil edición independiente en México”, sostiene Diego Rabasa, integrante del consejo editorial de Sexto Piso, a propósito de la campaña de apoyo que lanza el sello en conjunto con Almadía y Ediciones Era.
dice que el sector del libro está en crisis y será muy difícil enfrentarla si no lo hacemos de manera cohesionada. Este momento tiene que ser un llamado de urgencia no sólo para que los proyectos existentes sobrevivan, sino para difundir que en el sector existe rezago y un problema gravísimo que hay que atajar.
Circula un video lanzado por los tres sellos en los que escritores como Eduardo Antonio Parra, José Gordon, Brenda Navarro, Bernardo Esquinca y Verónica Gerber, así como traductores, empleados de esas empresas y lectores llaman a apoyar a las editoriales.
El director general de Almadía, Guillermo Quijas, explica que su principal dificultad ahora es el cierre de librerías, el canal más importante de promoción de nuestros títulos. No tenemos gran capacidad de distribución ni libros comerciales que se puedan vender en plataformas muy grandes como la de Sanborns. La venta de libros electrónicos o en línea ni siquiera llega a 10 por ciento de los ingresos generales
¿VOLVERÁN LAS FAMOSAS FERIAS DE LIBROS?
La realidad no deja dudas sobre la crisis que ha provocado la pandemia, en la tradición espectacular de los libros en papel.
La Feria del Libro de Leipzig, una de las más antiguas del mundo-data del siglo XVII y la segunda más grande de Europa Central, luego de la de Frankfurt-fue cancelada el 3 de marzo de 2020, después que las autoridades del Federado de Sajonia, confirmaran el primer caso de coronavirus en la ciudad sede de la famosa Feria que anualmente tenía una asistencia de unos 280 mil amantes de los libros que asistirían al evento que se celebraría del 12 al 15 de marzo con la asistencia de renombrados escritores como era tradicional.
En el Reino Unido, la famosa Feria de Libros de Londres corrió la misma suerte de la famosa de Leipzig; fue cancelada para evitar contagios del coronavirus que para marzo era la amenaza número uno de la salud pública en Inglaterra.
La Feria del libro de Londres, tenía una asistencia mayor a los 25 mil visitantes y era uno de los mercados literarios mas importantes del mundo de habla inglesa. Días antes del 9 de marzo fecha de la apertura de la feria, los organizadores luchaban para que las grandes casas editoriales como Hachette, HarperCollins, Penguin Random House y Simon & Shuster, confirmaran su asistencia, pero esto no sucedió. La Pandemia no daba tregua y las aglomeraciones habían sido prohibidas por las autoridades. Dijeron que esperaban realizarla este año 2021, pero no será así.
En París, las circunstancias fueron muy similares: la prohibición del gobierno francés con respecto a eventos en interiores con más de cinco mil personas llevó a la cancelación de “Livre Paris”, la feria del libro más grande del mundo de habla francesa, con hasta 160 mil asistentes de más de cincuenta países.
En el mundo editorial de Latinoamérica, las ferias de libros corrieron igual suerte. Fueron canceladas y algunas fueron virtuales, desde la casa.
En un mercado asediado por la emergencia de nuevos medios, como el libro digital, la noticia de que estas ferias del libro se cancelan no supone nada bueno para las editoriales tradicionales, puesto que no sólo servían como plataformas para mostrar sus productos al público, sino también como lugares de intercambio comercial, sobre todo en la compra y venta de derechos internacionales de publicación y traducción.
Aunque el libro de papel no desaparezca, su demanda es menos y la era digital no da tregua, no hay retroceso, así es la tecnología.
JALC-2021