RUBÉN DARÍO YA HABLA EN JAPONÉS

Watanabe entrevistado por GAMR

Por Gustavo Adolfo Montalván Ramírez. GAMR
Dariista, periodista y Crítico literario

ENTREVISTA CON EL DOCTOR NAOHITO WATANABE, EXPERTO LINGÜISTA SOBRE RUBÉN DARÍO Y ACADÉMICO DE HONOR DE LA REAL ACADEMIA EUROPEA DE DOCTORES. EX DIPLOMATICO EN NICARAGUA Y EX CÓNSUL GENERAL DEL JAPÓN EN BARCELONA.

Tres obras clásicas de Rubén Darío: Azul, El viaje a Nicaragua… y los Cuentos Completos de Rubén Darío, fueron traducidos por el diplomático japonés Nahoito Watanabe.

P- ¿Por qué se interesó tanto Usted en traducir las obras de Rubén Darío, del español al japonés?

R-En total, casi una década yo he servido como un diplomático en Nicaragua, en esta cálida tierra de exuberante naturaleza tropical, de un pueblo diligente y dinámico con gran corazón de poetas
Allá en Nicaragua yo he encontrado las obras de Rubén Darío. Me gustaría reiterar este encuentro aquí, porque era un suceso algo poético y de ensueño.
Un día visité Granada para conocer las isletas del Lago de Nicaragua, famoso con los tiburones de agua dulce. En el embarcadero había una niña chiquitita, quizás de ocho o nueve años, con el cabello rubio, ojos negros, tez morena quemada al sol, y vestida de harapos y además descalza.
Ella se acercó sonriente a mí. Creí que iba a pedirme algún dinerillo como solían hacer los niños en los semáforos de aquel entonces.
Pero qué sorpresa, ella empezó a declamar algo. Algo rítmico y versificado. Era un poema, poema dulce y resonante con cierta melancolía.

“Margarita, está linda la mar,
y el viento lleva esencia sutil de azahar;
Yo siento en el alma una alondra cantar:
tu acento. Margarita, te voy a contar un cuento.”

Me quedé embelesado, fascinado, y sentí hasta el estremecimiento en mi corazón con la declamación de aquella niña.
Así fue mi primer contacto con la obra de Rubén Darío y fui conociendo más y más sus obras y la literatura de Nicaragua; llegué a descubrir que Rubén Darío tiene mucho que ver con el Japón.
Él escribió muchas obras de poesía y artículos sobre Japón. Por lo que, como diplomático japonés, sentía casi la obligación de traducirlos al idioma japonés, y hacerlo saber a los lectores japoneses esos tesoros literarios de Darío.
Por lo que traduje las obras de Darío, Azul …, Viaje a Nicaragua e Intermezzo Tropical, y últimamente los Cuentos Completos de Rubén Darío.

P- ¿Cuáles son y qué aceptación han tenido sus traducciones en Japón y Europa?

R-Ha tenido muy buena aceptación en Japón. Me ha felicitado mucha gente del mundo literario. Se ha distribuido el libro traducido al japonés de Azul…, a todas las bibliotecas públicas de Japón como buen libro.
Ha tenido eco no sólo en Japón, sino en Miami, de Estados Unidos, y España.
Yo fui nombrado Miembro Correspondiente de la Academia Nicaragüense de la Lengua, vicepresidente honorario del Movimiento Mundial Dariano de Miami, Académico de Honor de la Real Academia Europea de Doctores, Miembro Honorario de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
Aparte, he realizado muchas conferencias sobre Rubén Darío en muchos sitios del mundo.
Y también en la ocasión de la publicación de los Cuentos Completos de Rubén Darío, se han realizado muchas conferencias y disertaciones al respecto, como, por ejemplo: en el Instituto Cervantes Tokio, en el Club Español, la Asociación de Amistad Japón y Cataluña, la Asociación Latinoamericana y etc., en las cuales se ha percatado la aceptación del público.

En su estudio sobre Azul …, en la sección En Chile, cuando el pintor Ricardo se dispone a crear paisajes al aire libre, en los cerros de Valparaíso (1887), es similar este caso en los procedimientos de los pintores franceses a orillas del Sena (comienzos de la década de 1870). Con el cuadro de Monet “La luz del sol naciente en Oriente”, es cuando se inicia el periodo estético del impresionismo francés.
P- ¿Esta pregunta se la planteamos a Usted como conferencista del tema Rubén Darío: ¿Japón y Japonismo (Barcelona, 2019)?

R-Azul…, es la obra maestra del modernismo que nos brinda un cofre lleno de joyas, una orgía de colores con términos neológicos, litúrgicos, científicos, deslumbrantes, con la reverberación de palabras de gran refinamiento.
En sus obras resuenan como fanfarrias las nuevas cadencias sonoras, con ritmos y metros variados nunca escuchados
como el hexámetro clásico, endecasílabos dactílicos, yámbicos, sáficos, anapésticos, monorrimos, libre verso con sus temas cosmopolitas.
Emergen los mundos de la pintura, la escultura y la música en el universo de la poesía.
“En Chile”, de Azul…, Darío describe las piezas de Acuarela, Paisaje, Aguafuerte, Naturaleza muerta, y etc., como si fuera el pintor hiper estético y sensorial.
Es cierto que se evoca de alguna manera el pintor francés influido por el impresionismo, pintando a la orilla del Sena.
El impresionismo francés de pintura data de la segunda mitad del siglo XIX.
Su gran representante es Claude Monet, con su pintura “Impresión, Sol levante”, de 1872, lleno de destello de luz natural, brillo, frescura y la transición momentánea de una naturaleza.
Monet pintó en 1876 la pintura “La japonesa”, de la modelo con el kimono, quien era su primera esposa, Camille Doncieux.
A los ojos de Darío, el Japón de entonces era de gran atención y de las inagotables curiosidades y de temas literarios, puesto que Japón era un país emergente como sol naciente, que apareció en el escenario internacional en 1868, después de 232 años de encerramiento interno nacional, bajo el régimen feudal de Samuráis, convirtiéndose con gran rapidez en un país moderno, occidentalizado en Asia, de reinado por el Emperador, en vez de Shogun Samurái y asimilaba la civilización occidental, fortaleciéndola a una potencia económica, y la fuerza militar con el sentido ecléctico de espíritu japonés, con el aprendizaje occidental.
El Japón envuelto con el misterioso velo oriental, se presentó al mundo, y justamente era la época del Modernismo en Europa… y así surgió el Japonismo.
También el Japón participó en la Exposición Universal de Barcelona, celebrada en 1888, y después en la Exposición Universal de París en 1900 con el pabellón de Japón, con sus exóticas muestras artísticas tradicionales, donde Rubén Darío cubrió el evento como Corresponsal de La Nación, de Buenos Aires, Argentina.
El Japonismo encantó a Rubén, y a pesar de que el poeta nunca estuvo en Japón, él, con su vigorosa imaginación, y la visión cosmopolita, fusionó lo exótico de Japón, en su Modernismo sobrepasando el tiempo y el espacio.
Inmortal es la gloria de Rubén Darío, gran genio y estrella del Modernismo, e innovador de la Lengua Española, aún en la época de actualidad.

P-Su traducción al japonés de la obra El viaje a Nicaragua … 1909, En qué año fue traducida y que cantidad de ejemplares editó, ¿y cuál fue su público receptor?

R-Fue traducida en el año 1994. Se editaron 2000 ejemplares. Principalmente son los expertos y los estudiosos sobre la América Latina e incluso los diplomáticos japoneses.

¿P- Y qué nos puede decir en cuanto a la historia de su traducción de Cuentos completos de Rubén Darío? ¿Cuál fue el modelo o los modelos tomados en cuenta para traducirlos? ¿Qué cantidad de cuentos tradujo y añadió comentarios a ellos?

R-Esta obra se publicó en abril del 2021. Ha tardado casi tres años para traducirlos. Como modelo de compendio, he tomado, primero, el compendio de Ernesto Mejía Sánchez, y después he tenido en cuenta el compendio de Jorge Eduardo Arellano.
Rubén Darío ha escrito 99 cuentos, 1300 poemas y 750 artículos.
Yo traduje los Cuentos Completos de Rubén Darío que contienen 86 cuentos. Además de Azul … y el Viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical.
En los Cuentos Completos, Rubén Darío muestra plenamente su talento de buen cuentista y narrador. Se narran los amplios temas como el amor, la vida, la juventud, leyendas, misterios
religiosos, y etc. Todo ello basándose en su inagotable curiosidad intelectual.
Él teje los cuentos contemporáneos de profundo sentido, con la manera de contar muy intelectual y elocuente, con humor e incluso con cierto cinismo como poeta, periodista y diplomático.
La famosa e internacionalmente conocida escritora japonesa llamada Banana Yoshimoto dedicó su Prólogo para este libro diciendo, “El valioso libro siempre trae a otro país, milagrosamente por el amor y la pasión. Deseo encarecidamente que este libro de traducciones, completado con el sudor y sangre por el señor Watanabe, aterrice ligeramente en la tierra del Japón, como si fuera una pluma, y que resucite el corazón de alguien que ha perdido la belleza.”
También en la banda de portada de este libro, ella escribe: “Fue bueno haber podido tocar la fuerza grande del alma que tiene el noble, hermoso y dulce sabor sobrepasando las épocas.”
¿P-Cuál será la próxima obra que piensa traducir Usted de Rubén Darío al japonés?

R-Ya he traducido los Cuentos Completos que marca un hito de trabajo en mi vida. Por el momento no pienso traducir más obras de Rubén Darío.
Y ahora me propongo dedicar más tiempo a escribir mis propias novelas.

Muchas gracias…