CARLOS MARTÍNEZ RIVAS Y SALMAN RUSHDI

LA REVOLUCIÓN EN EL PRECIPICIO QUE VIÓ EL ESCRITOR INDIO

CARLOS MARTÍNEZ RIVAS
Y SALMAN RUSHDIE

Por José Antonio Luna
Del libro inédito de la Poesía a la Novela

The Jaguar Smile, es un documento histórico
que patentiza la metamorfosis de Daniel Ortega
de revolucionario a dictador.

El escritor británico, Salman Rushdie nacido en Bombay, India, en 1947, llegó a Nicaragua en julio de 1986 invitado por la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura, ASTC, para conocer personalmente in situ la “agresión imperialista” contra el gobierno Sandinista. Rushdie hijo de un prominente abogado Indio con influencias en el Reino Unido era simpatizante de la revolución sandinista, pero estaba en contra del caudillismo y militarismo. Aunque era nacido en el seno de una familia musulmana, no era religioso.
Durante su visita, Rushdie tuvo la oportunidad de conocer varias ciudades de Nicaragua acompañado de Sergio Ramírez Mercado Vicepresidente de Daniel Ortega , Bayardo Arce, Luis Carrión y compartir con escritores y poetas de la cúpula del sandinismo entre los que estaban: Daniel Ortega, Rosario Murillo, Ernesto Cardenal, Luis Rocha- a quien conoció en su visita a la Asamblea Nacional-, José Coronel Urtecho, “el infant terrible” Carlos Martínez Rivas, CMR, Omar Cabezas, Gioconda Belli el padre Miguel D Escoto, el doctor Fernando Silva, Claudia Chamorro Barrios en ese entonces embajadora de Nicaragua en Costa Rica y otros que solamente identifica por el nombre. Las experiencias de Nicaragua las dejó Rushdie plasmada en un libro titulado “The Jaguar Smile”, que es todo un documento histórico sobre la Nicaragua enfrentada en una guerra civil que culminó en 1990 con la derrota electoral de Daniel Ortega y su camarilla, en los comicios que ganó Violeta Barrios de Chamorro.
Los grandes ausentes de esas pláticas literarias con Rushdie, -el escritor de Los Versos Satánicos, condenado a muerte por el Ayatola Jomeini-, fueron entre otros el poeta Pablo Antonio Cuadra, el polígrafo Jorge Eduardo Arellano, el profesor Guillermo Rothschuh Tablada, intelectuales de los más destacados de Nicaragua.
The Jaguar Smile publicado en 1987 -cuando todavía no se vislumbraba el colapso del sandinismo y menos su posterior fraccionamiento-, aunque apologético en algunos capítulos-, es también una prueba del extremismo del sandinismo contra la iglesia católica, la sistemática represión a la prensa independiente y el creciente autoritarismo de Daniel Ortega. La perspicacia de Rushdie y su agudo olfato observador poco crédulo está manifiesta en todos los capítulos del libro.
He aquí el resumen de algunas secciones de Jaguar Smile, donde la sagacidad de Rushdie quedó patentizada.
CARLOS MARTÍNEZ RIVAS VS. ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ
El 24 de julio de 1986 por la tarde Rushdie llegó a la casa de Daniel Ortega y Rosario Murillo en “El Carmen”, Managua, para compartir con la cúpula intelectual del sandinismo. Ya estaba allí el padre Miguel de Escoto quien se sentía mejor de su dolor de espalda, dolencia de la que se quejó con el escritor Indio en un encuentro anterior. El poeta Ernesto Cardenal, describe Rushdie; vestía con cotona, jean y su boina negra. Carlos Martínez Rivas, por quien muchos de estos escritores estaban preocupados, llegó entusiasta y exhibiendo un humor excelente. La preocupación por el poeta de “La Insurrección Solitaria” era porque éste había agarrado nuevamente una borrachera que solo paró al ser internado en un hospital. La noticia de que Carlos había dejado de beber y estaba sobrio con la ayuda de Sergio Ramírez, tranquilizó a la audiencia que lógicamente concurrió a la casa de Daniel y Rosario para conocer y compartir con el solidario escritor británico pero nacido en India. Carlos Martínez Rivas el mas interesante e “innovative” poeta “odia ser traducido, porque considera que la traducción es un tipo de asesinato” le dijo Ernesto Cardenal al comienzo de la tertulia. Carlos de entrada se ganó la simpatía de Rushdie. “El poeta expresaba un buen humor su cara juvenil mostraba una incipiente papada, vestía una camisa floreada pegada al cuerpo y los botones resaltados me recordaron a uno de mis tíos favoritos ya muerto”.
“Hay vino en esta sopa, le dijo a Rosario Murillo. ¿Que estás tratando de hacer? ¿Convertirme en un alcohólico? gritó bromeando Carlos Martínez Rivas. José Coronel Urtecho el “tall Tatiesque” poeta de finas maneras le murmuró: que los poetas Martínez Rivas y Cardenal Martínez habían comenzado un enfrentamiento verbal como siempre que se encontraban. Discusión que se prolongaría durante toda la tarde. Agregó Coronel Urtecho “ellos son dos grandes poetas de América latina”.
Rosario Murillo terminaba de contarle a Rushdie todo el “show” que se armó en New York durante el rato que Daniel Ortega había hecho “jogging” en el Parque Central y el escándalo por la compra de los anteojos de 3 mil 200 dólares de Daniel cuando se apareció éste silencioso y con su característica timidez en el corredor donde conversaban. Daniel “se sentó en su mecedora junto a mí”, cerca de una mesa baja y sin ningún preámbulo comenzó a hablar de política. Se refirió a lo importante que fue para el sandinismo su comparecencia ante la ONU y el encuentro con obispos católicos de EE. UU. porque los religiosos podrían mediar entre Estados Unidos y Nicaragua. ¿Y en el caso de la expulsión del obispo Vega? Pregunté. Oh no, respondió Daniel con desdén, Vega es CIA (Central de Inteligencia Americana). Este obispo está totalmente con la contrarrevolución agregó Ortega.
Monseñor Pablo Antonio Vega había sido desterrado de Nicaragua por Ortega dos años antes. En 1984, Monseñor Pablo Antonio Vega, Obispo de la Diócesis de Chontales, fue expulsado del país, siendo transportado a la fuerza hasta territorio hondureño en helicóptero, casi en pijamas y en horas de la noche y madrugada.
¿Y qué acerca de Carballo? le pregunté. Carballo era otro de los sacerdotes que había sido expulsado de Nicaragua. Despectivo, Ortega me respondió: que Bismark Carballo era otro de las “voces” de Obando y Bravo, pero hablaba mucho y sin medir las consecuencias. Después de hablar sobre los demás obispos y sus posiciones políticas antes leyes del gobierno sobre el Servicio Militar Patriótico, etc. Ortega comenzó a hablar del Cardenal Miguel Obando y Bravo. “La educación religiosa de Obando y Bravo fue pagada por un amigote de Somoza conocido como el doctor Quinina por su trabajo con drogas”. Agregó que Obando y Bravo había recibido de Somoza una casa, una cuenta bancaria y un carro Mercedes-Benz, recalcando que existía una foto donde El general Anastasio Somoza estaba abrazado con Obando y Bravo. “Lo chistoso dijo Ortega es que Obando y Bravo y yo somos del mismo pueblo, yo se de la familia de Obando por mi mamá”.
El diálogo con Ortega intempestivamente fue interrumpido por gritos entre Carlos Martínez y Ernesto Cardenal. Los poetas ya estaban enfrascados en una acalorada discusión porque Martínez Rivas le increpaba al sacerdote y poeta que sus talleres populares de poesía habían perjudicado a la juventud y a la poesía. “Ahora todos los jóvenes escriben igual y solo abren” Ventana”, del periódico Barricada para leer sus poemas. Ya nadie lee verdadera poesía”. “La poesía está estancada” por culpa de esos talleres de poesía, decía acaloradamente Martínez Rivas mientras Cardenal trataba de calmarlo. Dice Rushdie que este argumento de Martínez Rivas le pareció interesante, pero que no quiso intervenir en la discusión. Martínez también le echó en cara a Cardenal que era “prolífero” porque adaptaba poemas viejos a circunstancias del momento. Rushdie recordó el poema dedicado a Sandino originalmente y que el cura trapense adaptó para Báez Bone después que el militar rebelde fue asesinado brutalmente por Anastasio Somoza Debayle.
Cuando la noche se apoderó de Managua y se habían ido todos los invitados, Rushdie retomó el diálogo con Daniel Ortega interrumpido por la acalorada discusión entre los poetas Martínez Rivas y Cardenal Martínez.

LA PRENSA, LA CIA Y LOS CONTRAS
Rushdie reinició el diálogo con Ortega preguntándole:
¿Qué cuál era el problema con el diario La Prensa?
La respuesta de Ortega fue tajante: “Ellos pueden hacer lo que quieran, pero no pueden defender al gobierno de Reagan y a la contra. Ese es el punto. Ellos están en esto… ¿Que podemos hacer nosotros? ¿Hacerles un juicio? Esto podría crearnos mucha atención negativa. Entonces lo que hicimos fue cerrar el periódico.”
Rushdie dijo: “Quiero quedar claro acerca de esto…me decían que el problema con La Prensa es que era aliada y financiada por la Central de inteligencia Americana, CIA. Pero ahora tú me estás diciendo que es la línea editorial la que no te gusta”.
Ortega respondió: “Estamos en guerra. En tiempos de paz, si La Prensa quiere tomar el dinero de la CIA, que, si hizo y apoyar la línea de Estados Unidos, está bien. Y si quieren atacar al Frente también eso está bien.” Hay miedo a que se repita el caso de Chile…escribió Rushdie como observación.
Volvió a preguntar a Ortega: “He escuchado a mucha gente diciendo que piensan que la invasión de Estados Unidos es inevitable.”
¿Qué opina usted?
“Hay cierto fatalismo aquí acerca de eso. La situación en la frontera esta muy tensa. Muchas circunstancias podrían disparar la invasión. Por ejemplo, una respuesta a nuestra incursión en territorio hondureño de marzo. Cuando atacamos el campamento hondureño el gobierno de honduras sabia de esta violación a su territorio, pero no hizo nada. Estuvo bien. Pero el gobierno de Estados Unidos movilizó tropas hacia la frontera y nosotros abandonamos la zona.”
El diálogo entre el escritor y el político continuo con preguntas y respuesta acerca de la confrontación entre los contras y sandinistas, la injerencia de Estados Unidos y la posibilidad de una invasión de “marines” del gobierno del presidente Reagan y el aislamiento de nicaragua en la comunidad internacional y la crisis económica astronómica. Conversación que se prolongó hasta la madrugada del día siguiente. Rushdie comenta que le sorprendió de Ortega que no comió nada durante todas las horas de reunión. Pensó que Ortega se daría una comilona esa madrugada en solitario como parecía ser su costumbre.

¿DANIEL ORTEGA POETA?
El 19 de julio de 1986, después de su llegada a nicaragua Salman Rashdie tuvo la primera oportunidad de compartir con Daniel Ortega con motivo del séptimo aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista y el derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle. En el tercer capítulo de The Jaguar Smile, quedó registrado el encuentro del comandante y el escritor Indio-Británico quien tituló el capítulo con el sugestivo nombre: “Poets on the Day of Joy”.
Destaca inicialmente Rushdie que acompañó al “poeta” Daniel Ortega en un recorrido por las calles de Managua… El escritor indio fue invitado por el comandante a pasear por Managua en su jeep aparentemente sin otra persona abordo. Acompañó a Ortega el autor del poema “me perdí a Managua en minifalda” (I missed Managua en miniskirts) a realizar una importante llamada en un lugar de Managua. Daniel le había dicho que no quería hablar más de sus experiencias en la cárcel, entonces le preguntó sobre su producción poética. El poeta Daniel Ortega era más conocido por su poema “I missed Managua in miniskirts”, escrito en los días de encierro del guerrillero. Durante el viaje a hacer la llamada Rushdie, insistió en preguntarle a Ortega por su producción literaria. Ortega apenado solamente pudo responder que en “Nicaragua todos son considerados poetas hasta que se pruebe lo contrario”. Después Ortega se dedicó a conversar sobre sus proyectos políticos y otros menesteres. Ese día Ortega iba a la inauguración del sistema de telecomunicaciones Inter-Sputnik instalado y financiado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, URSS, que conectaría a Nicaragua con los países del bloque socialista. La antena estaba en una colina de la zona de las piedrecitas. Destaca que Ortega llamó al embajador de Nicaragua en Cuba e hizo otras llamadas incluyendo a Moscú. Durante la llamada un grupo de Soviéticos acompañaron a Ortega.
Definitivamente que Salman Rushdie había sido sorprendido por alguna información falsa sobre el poeta Daniel Ortega quien no quiso hablar de poesía.
Después de separarse de Ortega, el escritor Indio asistió a un recital de poesía en las ruinas del Gran Hotel en la zona de los escombros donde escuchó leer poesía entre otras poetisas: a Gioconda Belli y Vidaluz Meneses quienes le causaron muy buena impresión.

DOÑA VIOLETA BARRIOS DE CHAMORRO DENUNCIA LA CENSURA A LA PRENSA
Salman Rushdie llegó a las instalaciones de LA PRENSA para entrevistarse con doña Violeta Barrios viuda de Chamorro. La viuda del periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal asesinado un 10 de enero de 1978 en una emboscada en la zona de los llamados “escombros” de managua, lo recibió cordialmente y de comentario inicial le dijo que “el gobierno era un estado comunista”, agregando que los sandinistas acusaban a La Prensa y sus dueños de ser pro-CIA y pro-Ronald Reagan como sucedió cuando el gobierno de Somoza Debayle que los acusaba de “amarillos” para decirles izquierdistas. “Nosotros estamos por la libertad y la democracia” y no somos nada de los que se nos acusa, le dijo doña Violeta a Rushdie que admiró la pulcritud y joyería de la viuda de Pedro Joaquín Chamorro.
Le dijo doña Violeta que la censura a La Prensa-que se prolongaba por cuatro y medios años-era peor que la censura de la época de Somoza en décadas. Le explicó que la Radio y la Televisión eran controladas por el estado Marxista-Leninista-de los nueve comandantes. Le dijo que mientras El Nuevo Diario y Barricada publicaban lo que querían porque eran afines al gobierno, La Prensa era sometida diariamente a una rigurosa revisión de su material informativo y eliminados de la edición todos los textos que los censores consideraban no conveniente al gobierno. Entre las pruebas que doña Violeta le enseño a Rushdie estaban documentos cuando La Prensa había sido clausurada por tiempo indefinido. …” esta Dirección resolvió suspender por tiempo indefinido las ediciones del diario La Prensa”.
Rushdie, aunque un poco escéptico oyó con interés todas las críticas de doña Violeta al gobierno de
Daniel Ortega y su vicepresidente Sergio Ramírez Mercado.
Todavía para esa época Rushdie era un solidario incondicional con el sandinismo y su “revolución”, posición que cambiaría con los años después de convencerse que proyecto revolucionario había fracasado. Y que todo lo que vio durante su visita fue espejismo, producto de la euforia de su solidaridad y lógicamente lo que pudo conocer de nicaragua o mejor dicho de los lugares donde lo llevaron sus anfitriones los comandantes sandinistas.
Durante el diálogo Rushdie le dijo a doña Violeta que “el gobierno decía tener pruebas de que la CIA financiaba al diario La Prensa” con dinero de la Heritage Foundation. Versión que negó rotundamente doña Violeta. En respuesta ella le dijo que el gobierno Sandinista era financiado por la Unión Soviética y Cuba. Como epilogo Rushdie comenta que Violeta viuda de Chamorro había sido miembro de La Junta de Gobierno a raíz del triunfo de la revolución en 1979, posición a la que renunció porque “el gobierno era controlado por extranjeros”, cubanos y rusos.
¿Qué dirá ahora Salman al conocer de la masacre de estudiantes en Nicaragua en el mes de abril de 2018? Y que dira de tantos presos políticos en 2021? Y como se sentira de haber compartido con un Ortega que esta señalado de haber violado a su hijastra.
The Jaguar Smile, a Nicaraguan journey, devela muchos detalles que si se juntan son una radiografía de la década de los 80s, cuando ya el germen de la corrupción infectaba a los “revolucionarios” que con “double face” movían sus fichas para posesionarse del pequeño país.
JALC/Tampa, USA
2019