Por: José Antonio Luna
Las historietas ilustradas, –Las graphic novels-, las historietas de héroes como Superman, La mujer Maravilla y Batman, conquistaron las librerías de Estados Unidos que han elevado a las historietas al nivel de los grandes autores como Jane Austen, Edgar Allan Poe, Walt Whitman, Fedor Dostoievski y celebres autores de terror como Stephen King y los en boga autores de ciencia ficción.
Las historietas, “paquines y penecas” también llamadas tiras cómicas, salieron del anonimato de los pequeños negocios de venta de revistas y novelas rosas-quioscos- para ser ubicadas en grandes anaqueles de Barnes and Noble y las más importantes librerías de Estados Unidos. Las historietas que estaban por desaparecer han reconquistado al público de lectores de la llamada “literatura light” pero que constituye un enorme porcentaje de la población que no lee literatura de grandes autores. Y los héroes de historietas de hace más de 50 años, han vuelto a ser historia con la reedición de las leyendas del oeste salvaje, los viajes a la luna y ahora el programado a Marte el planeta rojo.
Los comics novels -parte de este grupo de cartoon-graphic novels- han sido elevados al rango de las grandes historias porque hay un gran vacío literario desde la post guerra principalmente en Estados Unidos. En esta compleja situación los editores han encontrado en las viejas historias una fuente de desarrollo de una literatura didáctica y ética que junto con la popularización del internet están alargando la inexorable muerte de las publicaciones impresas.
Desde hace décadas las histories ilustradas, cómicos o paquines lograron una gran difusión entre los estanquillos de periódicos de México y otras ciudades de Latinoamérica donde “el vulgo” los consume profusamente porque es de fácil acceso a diferencia del libro que está más restringido a librerías y bibliotecas.
La gran demanda de historias ilustradas sigue vigente en uno de los países más importantes de Latinoamérica, México. Los mexicanos llaman a las historietas “monitos”. México era hacia 1989 “el mayor productor y consumidor -por habitante de historietas en todo el mundo”. Repartidas por todo el país, desde los quioscos citadinos hasta los pueblos más escondidos, circulan alrededor de 40 millones de ejemplares de historietas nuevas cada mes, incluidos títulos que rebasan el millón de ejemplares semanales.
 
(En un próximo texto hablaré más extensa del fenómeno de los comics, historias ilustradas)

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