IMÁGENES DEL TIEMPO I – Análisis y comentario

Por Horacio Peña*
Si hablamos del   tiempo, no podemos disociarlo del hombre ni del lugar. El hombre vive y muere en el  tiempo, y vive y muere en un lugar,  real o imaginario, vive en un lugar, su mente, o un sitio   que llamamos país, ciudad, barrio. Países  limitados por fronteras, las reales y las imaginadas o imaginarias. Este libro de José Antonio Luna,  “Imágenes del tiempo I” nos lleva en la historia, el tiempo de la historia, a acontecimientos  cercanos o lejanos, a las cosas que pasaron y que creímos que no volverían a  suceder, pero que se repiten en el tiempo y la historia. 
El libro se  abre con un poema: “11 de septiembre”, un día   que cambio para siempre la vida de todas las cosas,  que cambio la historia,  y nos hizo vernos en los miles de  ojos que desaparecían en el tiempo.  Nos seguimos viendo en esos ojos.
Prisionero y víctima del tiempo,  viviendo un presente que  en un momento ya  es un pasado, y sin ninguna seguridad de que vivirá  el futuro, el hombre vive alucinado por el paso de los días.  Esa visión fantasmagórica y cruelmente real del pasado, se nos da en  “La Mansión de Hull”.  Luna se vale de  una visión aterradora y fugaz que en un momento un hombre tiene del pasado, para llevarnos a la historia de otro tiempo, el tiempo de las colonias inglesas, de indios y colonos, y a  ese ahorcado que llega a nosotros en el tiempo, para hablarnos de la crueldad y los horrores de la historia. Los horrores del tiempo.
“Los días pasando lentamente. Uno a uno en una carrera sin fin, como reflejo de la realidad”, así  comienza este cuento, relato, meditación, reflexión sobre el tiempo, dedicado al poeta Guillermo Menocal, y  titulado, “La Mágica  Imaginación de la Realidad”, porque entre magia y realidad, sueño y realidad, pasa la vida del hombre. Combatir al tiempo, vencerlo   con la escritura, como el hombre que escribe su poema sobre una pared, “La Historia de un Poema Inédito”, ese hombre que es Carlitos Martínez Rivas, y que nos deja testimonio  de su lucha contra el tiempo, nos deja su poema sobre la piedra. Una poesía que vence al tiempo. O vencer al tiempo con el sueño.
Si  la visión del pasado nos puede horrorizar, y de hecho nos horroriza, también  la visión del tiempo futuro nos puede llenar de locura y desesperación. Lo mismo que este presente, de “computadoras  sobrecargadas de programas”, “millones de toneladas de chatarra mental que invade la vida de los que nacieron dentro  del consumismo y la desorientación”, no tiempo feliz, sino un nuevo y despiadado mundo. Un tiempo despiadado.  Los mayas median el tiempo con puntos, y rayas y cruces. Nosotros, también con la obsesión del tiempo,   medimos nuestra vida, que es medir el tiempo, “con cucharaditas de café”, como Eliot, que media su tiempo y su vida, fugándose en la primavera de Paris.
O como los incas que trataban de conservar el tiempo  dentro de  las cuerdas de sus quipus. El hombre ha vivido siempre,  inventando medios de combatir y derrotar al tiempo, a través de la obra artística,  es el arte el que vence al espacio y al tiempo, escribió Rubén Darío. O a   través de ese sueño, que lleva a   la escritura, que lleva  a otro intento de  vencer al tiempo.
“Misterios extrasensoriales,”  es una abundante  reflexión de cómo permanecer, de abolir el tiempo por medio de la creación. Luna cita los nombres de poetas, escritores, pintores y  músicos, que a través del sueño o en el sueño, concibieron la idea de esa obra maestra que desafía  al tiempo.  Blake,  Dalí  y los surrealistas, Goethe, Saramago, Kafka, Sábato, entre otros.
El tiempo pasa sobre las ciudades y los hombres, las hace y los hace desaparecer, queda el mito, la leyenda, la fábula, que se levanta contra el tiempo. “Bagdad de Matamoros y las mil historias… “es un ejemplo de esas ciudades que aparecen en el tiempo y desparecen en el tiempo, “pero así como surgió de rápido el puerto así también desapareció”.
Otra  ciudad que desaparece o se transforma, se metamorfosea para no morir, es La Habana de ese poema  que lleva  un título simbólico, sugestivo, “El Tiempo Detenido”. Si la escritura, el sueño, son las armas de que se vale el hombre y la mujer para luchar contra el tiempo, también está el recuerdo. Pero el tiempo es omnipresente y omnipotente, y a veces hasta el recuerdo se pierde con el tiempo.
El tiempo no transcurre con la misma rapidez para todos los hombres. Puede ser fugaz o interminable, Para el pobre y el rico, el tiempo no tiene la misma duración, pero el pobre y el rico, son tragados por el tiempo. El tiempo nos puede parecer eterno, viendo caer la lluvia o la nieve por ejemplo, o puede ser fugaz.
“Imágenes del tiempo I” es una larga meditación sobre el tiempo, el ser y el no ser.
Aun una meditación como “Ahora que los poetas escasean…….” se vuelve una parábola sobre el tiempo, sobre el “ahora” y el “antes”. Lo que se escribe para el “ahora”, para el momento, lo que está de moda, lo que se escribe, se pinta, se musicaliza, para el consumismo del “ahora”, y la otra obra que nace para desafiar al tiempo.
“Imágenes del Tiempo I”,  se compone de artículos, meditaciones, en prosa, y está formado también de poemas. La prosa y la poesía que se encaran con el tiempo, lo combaten, lo sufren. Aquí los títulos de algunos poemas, el lector o lectora, puede jugar libremente  con las asociaciones del tiempo: “El pájaro Azul”, “Alienación”,  “Homeless”, “Otoño”, “Los Niños en el siglo XXI” “Sin escapatoria”, sin escapatoria  del tiempo que pasa sobre nosotros, sobre todo y todos.
El libro se cierra con “El pintor de la casona”,  un cálido homenaje a Cesar Caracas, su pintura Tiempo del Guegüense ilustra el libro. El autor recuerda  al pintor César Caracas. Luna se salta el tiempo, se regresa a los quince años, que es cuando Cesar le daba clases  de  pintura, y lo rememora, lo rescata del tiempo, lo recuerda, que es una manera de recobrar el tiempo, de recobrar la vida.
*Horacio Peña, ( Managua, Nicaragua 1936- ) Poeta, escritor y catedrático de The  Huston-Tillotson College and the Seminary of the Southwest de  Austin, Texas. Es considerado el  poeta –Nicaragüense, Estadounidense- vivo más importante. Premio Internacional  Rubén Darío de poesía 1967. Miembro de La Academia Nicaragüense de la Lengua.
Libro: Imágenes del tiempo I, Blurb, Inc. 2014. 
Ediciones Cougar Connections Art, Tampa, FL.
Portada Pintor César Caracas. Diseño Arquitecto Lidia Luna.