¿Se critica poco la poesía de adolescencia de Rubén Darío?

Por Gustavo Adolfo Montalván Ramírez-GAMR
Comentario y análisis
¿Por qué la poesía de adolescencia de RUBEN DARIO, no se la somete a crítica, ni se la menciona en crítica literaria? Es debido a que se la purga por llevar una carga negativa, producida por “L’ enfant terrible”, calificado así desde el año 1952, en Poesías Completas de Rubén Darío del autor mexicano, y sabio sacerdote, Alfonso Méndez Plancarte.
En esos años de adolescencia, entre 14 y 16 años, el jovencito poeta se planteó en sus versos esporádicos y sistemáticos, las interrogantes del siglo XIX, como derivadas de la lucha tensa, entre la Fe y la Razón; la Tradición contra el Progreso; entre el Dogma frente a la Ciencia.
Huellas de este proceso de secularización del siglo XIX, fueron varias poesías del Poeta Niño, que se registran en la obra de Alfonso Méndez Plancarte, 1952, 1968, Edición Aguilar S. A., Madrid, España…
POESÍA DE ADOLESCENCIA
Los jóvenes siempre son atrevidos durante su adolescencia, y cuando se han informado de lo que pasa en el mundo, quieren externar sus opiniones con juicios  a veces mal digeridos, sin maduraciones para sus razones, porque creen que ya conocen las verdades de la humanidad, y esto pasó al joven Rubén Darío, a la edad de catorce años, que habiendo sido un voraz lector del Humanismo, se creyó digno de externar sus pensamientos o juicios, y los plasmó en sus poesías de adolescencia, entre los 14 y 16 años, pero estos juicios personales fueron parte más adelante, de una campaña sostenida y sistemática, para dañar la doctrina cristiana, concretamente contra la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, como lo iremos ver en nuestras entregas inmediatas…
Rubén Darío, creyó en un momento dado a los catorce años, que, por haber leído mucha parte de la historia del mundo, ya podría afirmar sus ideas y juicios personales, como ocurrió entre los libres pensadores del siglo XV que promovieron la Reforma de la Iglesia…
Veremos luego por qué Rubén Darío, menciona con cierta simpatía, a cada uno de los reformadores, y los conecta hasta el siglo XIX, de manera encubierta, para que sus lectores cayeran a los abismos de la duda, y se dañara la Fe, aunque algunas veces, él mismo cayera en abismos con perdición de la Fe, y luego, él mismo la recobrara…
Podemos leer primero su famoso y clásico poema de los doce o trece años, “La Fe” (¿1879-1880?) …y las poesías de adolescencia entre (1881-1883) …
¿QUIEN VENCERA?
Moisés: “La mano del Eterno, un día,
los orbes creó con poderoso aliento.”
Laplace: “Mentira! Que este gran portento,
del condensado cosmos nacería.”

Josué: Tan sólo a la palabra mía,
detuvo el sol su paso turbulento.”
Galileo: “No tiene movimiento.”
Yo: “Mentía Moisés! Josué mentía.”

¿Qué confusión es esta? Lucha eterna
se entabla entre el pasado y el presente.
Humilde aquél, ante este se prosterna…

Este sucumbe miserablemente…
¡Por fin el dogma expira ante la ciencia!
¿Quién vencerá? Responda la conciencia.
Rubén Darío
Comentario de GAMR:
El título del soneto inmaduro es:

¿QUIEN VENCERÁ?”

De ahí parte nuestra crítica de calificar el soneto como producto de un joven inmaduro, que se creyó lo suficientemente cultivado o preparado, para decir cosas de asuntos elevados, como es el caso de Moisés y de Josué’, que al decir que mentía cada uno, va contra las Sagradas Escrituras, y que ahora vemos que, en el siglo XXI, la parada del Sol, por Josué’, lo aprueba la NASA, como un hecho cierto.
“No se puede decir que por ser joven sea irreverente, esto es un rasgo de un creyente y si alguien no lo es, no puede ser atribuible un rasgo de connotación negativa que no lo tiene. Más bien puede ser un crítico y creador”, – critica la escritora chilena, Jeanet Yubano-.
Pero es el caso que no se puede crear nada bueno sobre lo inverosímil, y peor aún, en profanación o en herejías, en ir en contra de la palabra de Dios que está manifestada en la Biblia. El verso irreverente, siríatico, y librepensado del siglo XIX, que expone Darío, a la edad de catorce años, en este poema, es totalmente antirreligioso:
“Yo: ¡Mentía Moisés! Josué mentía!”
Es abusivo contra toda historia, y contra la Fe en la religión cristiana, que tenía como objetivo dañar a la Iglesia Católica.
Y todo esto arranca en lo que decía Moisés, en torno a la creación del universo, y contradicho por Laplace…

LIBERALISMO EN LA SANGRE

El poema de Darío “A los liberales”, corresponde al año 1881, que adelantaba una serie de poemas rojos, inspirados en la Revolución Francesa, y sus principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Rubén Darío, residió durante su infancia y adolescencia, en la ciudad de León, en Nicaragua, que era la cuna del liberalismo criollo, y se oponía su tendencia política, a la corriente del conservatismo de la ciudad de Granada, que aglutinaba una tradición de más de veinte años en el poder, con antecedentes desde Francisco Morazán, luchador de la unión centroamericana.

A LOS LIBERALES

I

Porque cantáis la eterna Marsellesa
que maldice el poder de los tiranos,
porque alzáis ardorosos en las manos
el pendón de la luz con entereza;

porque deseáis que caiga la cabeza
de la hidra aristocrática, y ufanos
dais al pueblo principios soberanos,

que destruyen del mal la niebla espesa;
porque gritáis que es libre el pensamiento;
que no tiene cadenas la conciencia
y proclamáis con fuerza y ardimiento
que hoy impera no más la inteligencia;
la muchedumbre criminal y necia,
os escupe, y os odia, y os desprecia.

II

Y porque sois soldados de la idea;
porque rompéis la tiara y la corona,
y vuestra voz la libertad pregona,
la libertad que irradia y centellea;

porque deseáis que el Universo vea
como una catedral se desmorona,
al son del himno que la voz entona
del genio de la luz que vida crea;

porque las tablas de la ley del hombre
mostráis al mundo llenas de verdades,
y de la democracia el sacro nombre

escribís en la faz de estas edades,
tendréis mil bendiciones en la historia
y una palma en el templo de la gloria.
R.D.

Comentario de GAMR:
Hemos expuesto aquí, dos sonetos que conceptualizan la doctrina o la ideología liberal con el despertar de la Revolución Francesa, a finales del siglo XIX, y que el poeta niño, Rubén Darío, lo plasma en dos sonetos que integra “A los liberales”, hacia el año 1881…

A LA RAZON
Al contemplarte augusta, te venero,
al ver tu luz, mi corazón se inflama,
pues al fulgor de tu radiosa llama,
se estremece la faz del mundo entero.

Cayó la fe con su terrible fuero.
Ya tu voz por doquiera se derrama;
se hunden Cristo, Vichnu, Budha y Brahama,
y las naciones van por tu sendero.

A tu poder gigante y soberano
que el Orbe en otro tiempo no admirara,
contra el altar del Sacro Vaticano

el Papa quiebra con dolor su tiara;
y aterido y helado, cual la escarcha,
grita con Pelleta’n: “El mundo marcha”.
R.D.

Comentario de GAMR:
De manera casi simultánea, Rubén Darío, ¿escribe los sonetos” ¿Quién vencerá?” y “A la razón”…

No sabemos cuánta perturbación pasó por la mente de aquel niño, que, a la edad de catorce años, la emprende contra la doctrina de la Iglesia Católica, porque esta campaña de ofuscación antirreligiosa, totalmente desprovista de Fe, y de respeto alguno para “Cristo, el hombre más grande de todos los tiempos” se leen en estos versos de Rubén, que casi no tienen la atención merecida por parte de la crítica literaria general, ni particular.

Ahora veamos el caso real, histórico, y actual, de ” la razón” ligada al pueblo, y enfrentada al vacío de la razón, en el gobierno.
Estos pensamientos alrededor de la figura del tirano, la tomó Rubén Darío de la cultura grecolatina, de Polibio, Plinio, Séneca, Tito Livio, Pitágoras, etc… El tirano aparece con demagogia, hablando a sus súbditos con retórica retorcida, y mediante argucias del senado, impone su mandato bajo la expiración de la ley soberana.

A la edad de catorce años, Rubén Darío, pide al cielo a un ángel que no lo abandone, y el ángel le contesta en un sueño con la condición, de hacerlo feliz en la poesía, pero que nunca se entregue al servicio del Mal ni la Mentira.